La L-arginina es un tipo de aminoácido que desempeña un papel fundamental en el organismo. Contribuye a la producción de proteínas, que son esenciales porque todas las células del cuerpo contienen proteínas. Como aminoácido no esencial, el organismo suele producir L-arginina en cantidades adecuadas. Sin embargo, durante periodos de estrés, puede considerarse esencial o semiesencial, por lo que es necesario tomar suplementos o aumentar su ingesta a través de la dieta.
La L-arginina es indispensable para la síntesis de proteínas y, por tanto, para la salud y el mantenimiento de todas las células del organismo. Como precursor de las proteínas, contribuye a la estructura y función celular, mejorando la salud y vitalidad general.
La L-arginina se ha utilizado para apoyar el tratamiento de varios problemas de salud, como la hipertensión, la angina de pecho y la enfermedad arterial periférica (EAP). También se aplica para el tratamiento de la disfunción eréctil cuando ésta tiene una causa física. La eficacia de la L-arginina se atribuye a su capacidad para aumentar los niveles de óxido nítrico, que a su vez mejoran el flujo sanguíneo en determinados grupos de personas.
La L-arginina, cuando se toma por vía oral, se considera segura para la mayoría de las personas cuando se utiliza a corto plazo. Sin embargo, los posibles efectos secundarios pueden incluir dolor de estómago, hinchazón y diarrea. Además, las personas que toman medicación para la tensión arterial deben consultar a su médico antes de tomar L-arginina, ya que puede reducir aún más la tensión arterial.
La dosis adecuada de L-arginina depende en gran medida del estado de salud del individuo y de la duración del tratamiento. Por ejemplo, una dosis estándar para antes del entrenamiento suele ser de entre 3 y 6 gramos. Un estudio de 2018 que involucró a 142 participantes encontró que una dosis de hasta 30 gramos por día de L-arginina es generalmente segura para la mayoría de los adultos. Cabe destacar que la dosis promedio es de entre 6 gramos a un máximo de 30 gramos por día, generalmente dividida en tres dosis más pequeñas.
La L-arginina puede interactuar con algunos medicamentos.
Entre ellos se incluyen los anticoagulantes, como la aspirina y la warfarina, ciertos diuréticos y la nitroglicerina, por lo que es fundamental consultar con un profesional sanitario antes de empezar a tomar L-arginina si se está tomando alguno de estos medicamentos.
Más allá de su papel en la síntesis de proteínas, la L-arginina ofrece varios beneficios adicionales para la salud. Las investigaciones sugieren que favorece un flujo sanguíneo saludable, mejora el rendimiento atlético y facilita la recuperación durante enfermedades críticas. Su capacidad para mejorar el flujo sanguíneo la ha hecho útil en el tratamiento de enfermedades como la hipertensión, la angina de pecho y la arteriopatía periférica. Además, la L-arginina beneficia la salud del corazón, reduce la inflamación, combate los efectos del envejecimiento y aumenta el rendimiento deportivo.
Se ha demostrado que la L-arginina es segura y generalmente bien tolerada cuando se toma en forma de suplemento durante periodos prolongados. Esto incluye el uso diario durante largos períodos de 1 año o más. Sin embargo, es fundamental consultar a un profesional sanitario para obtener recomendaciones específicas sobre la dosis, especialmente en caso de uso prolongado.